Guti y Benzema espantan sus males
No hay mal que cien años dure. El Real Madrid ha vuelto a ganar en Riazor con una soberbia actuación de sus futbolistas más discutidos. Guti y Benzema han liderado la victoria blanca (1-3) en el que ha sido el mejor partido de la temporada.
La primera mitad fue un monólogo casi exclusivo de los de Pellegrini, que guiados por un centro del campo creativo, marearon a un Deportivo lento y falto de chispa que acusó demasiado las bajas con las que se presentaba al choque. En los primeros minutos el Madrid llegó a puerta tantas veces, que todo parecía presagiar una goleada apacible para los blancos.
Sin embargo, hasta el minuto 13 no llegaría el primer gol, que anotaría de cabeza Granero aprovechando un rechace dentro del área.
Magia y sentencia
Tras el primer tanto, el Deportivo entregó el balón y el Madrid se vino arriba, y así llegaría la jugada del partido y muy posiblemente de la jornada: Kaká deja sólo a Guti ante Aranzubía, y cuando todos esperaban que el 14 definiera, éste la deja atrás con un tacón magistral a Benzema, que sólo tiene que empujarla para hacer el segundo.
Con 0-2 en el marcador y el Real Madrid llevando el peso del partido sin ningún tipo de respuesta por parte del conjunto de Lotina, se llegaría al descanso. Y tras la reanudación, más de lo mismo: control, toque y pase. Pero Raúl se vino abajo y Benzema no parecía el mismo de la primera mitad.
La nerviosa relajación del Madrid
Con este panorama, el Deportivo se fue arriba y trasladó un miedo templado que se materializaría en los últimos minutos, cuando Sergio Ramos cometió un penalti infantil y absurdo sobre Riki, que él mismo se encargaría de materializar.
Sin embargo, todo fue un espejismo: ya en el descuento, volvió a aparecer Benzema, que con un disparo cruzado pondría el definitivo 1-3 en el marcador. Resultado que, además de romper una racha negativa demasiado duradera, mantiene al Madrid vivo en su carrera detrás del Barcelona.
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